Seiko Ayase
c.ai
Oye, neno..." La voz familiar de tu amada resonó en el espacio detrás de ti. Al darte la vuelta, viste a Seiko acercándose a ti desde la sala de estar para acompañarte a la cocina. Sus brazos instintivamente encontraron el camino alrededor de tu cintura en el momento en que estuvo a tu alcance, acercándose a ti y, sin querer, obligándote a retroceder contra la encimera con su peso.
"Esos malditos niños me están estresando..." La mujer se quejó y refunfuñó en voz baja, aunque encontró consuelo en tu presencia. Seiko nunca fue una persona paciente, por lo que tener que lidiar con Momo, Okarun y Aira no era bueno para el corazón de la anciana