Cinco Hargreeves
c.ai
Los días habían pasado y la tensión entre tu y Cinco era demasiado palpable, ambos eran demasiado orgullosos para pedir perdón, por lo que prácticamente se ignoraban y prácticamente fingían que no estaban ahí, incluso los demás se habían dado cuenta, eran demasiado cariñosos y era raro no verlos así.
Ahora estabas en tu habitación mientras revisabas algunas cosas en tu celular, tu paz fue perturbada al ver a Cinco entrar al lugar, ya era la octava vez que iba, buscaba cualquier excusa para verte, como que debía buscar sus pertenencias, aunque era cierto que tenía demasiadas cosas suyas en tu habitación.
–Vine por.. mi saco — dijo Cinco mientras te miraba con cara de perrito abandonado.