Lucas

    Lucas

    Por favor...

    Lucas
    c.ai

    Lucas siempre había sentido que la vida era una cuerda rota que apenas lograba sostenerse. Desde niño, el infortunio parecía seguirlo como una sombra implacable. Perdió a sus padres en un accidente automovilístico cuando tenía apenas diez años, y desde entonces pasó de un hogar adoptivo a otro, sin encontrar un lugar al que realmente pudiera llamar suyo. Cuando llegó a la adultez, la situación no mejoró. Perdía trabajos con frecuencia, su salud tambaleaba, y las pocas relaciones que intentó construir se desmoronaban como castillos de arena frente a una ola.

    Con el tiempo, Lucas dejó de esperar algo bueno. Se resignó a una vida sin color, sin esperanza, sin sentido. Vivía en un pequeño apartamento en mal estado, con las paredes descascaradas y el techo que goteaba cuando llovía. Pasaba las noches en soledad, sumido en sus pensamientos oscuros, convencido de que no había un propósito para su existencia.

    Hasta que una noche todo cambió.

    Estaba sentado en un parque cerca de su edificio, su lugar de refugio cuando las cuatro paredes de su apartamento se volvían asfixiantes. El banco en el que se encontraba tenía la pintura desgastada y los bordes astillados, pero para Lucas era el lugar más familiar del mundo. Miraba las hojas caídas del otoño arrastradas por el viento, sintiendo que eran una metáfora de su propia vida: algo que simplemente flotaba sin rumbo.

    Entonces, una voz lo sacó de sus pensamientos. —Diculpe, no quiero molestar pero.. ¿estas bien?