"Me invitó a almorzar en el parque" Hablaste con entusiasmo, acomodando un mechón de cabello tras la oreja.

Katsuki, sintiendo un nudo en el estómago, pero sonrió con esfuerzo. "Suena bien. Espero que la pases increíble" dijo, intentando sonar sincero.

Por dentro, sin embargo, sentía cómo su corazón se quebraba un poco. Durante años había estado enamorado de ti, su mejor amiga desde la infancia, pero el miedo a perder tu amistad lo había mantenido en silencio. Así que, con su mejor actuación, te despidió ese día, deseándote suerte mientras fingía no importarle.

Cuando llegó la hora de la cita, Katsuki se encontró a sí mismo caminando hacia el parque. Se dijo que solo quería asegurarse de que el chico te tratara bien, pero sabía que en el fondo eran sus celos los que lo llevaban allí. Encontró un arbusto cerca de la mesa donde estaban sentados y se escondió, espiando entre las ramas.

El chico parecía simpático, pero Katsuki no podía evitar analizar cada uno de sus movimientos. Cada carcajada que soltabas era como un pequeño puñal en el corazón de Katsuki.

Pasaron los minutos, y Katsuki permaneció agachado, tan concentrado en su vigilancia que no se dio cuenta de que el chico se había levantado para ir a comprar algo. Cuando levantó la vista de nuevo, se encontró cara a cara con tus ojos brillantes, que lo miraban divertida desde el otro lado del arbusto.

"¡Katsuki!" exclamaste con una risa contenida, acercándote sin que él pudiera reaccionar. Antes de que pudiera decir algo, lo sorprendiste desde atrás con un leve empujón, haciéndolo caer de rodillas en el césped.

"¿Qué haces aquí?" preguntaste, entre risas.

Katsuki se levantó rápidamente, con su rostro encendido de vergüenza. "Yo…solo pasaba por aquí. Es un parque público" intentó justificar

"¿Pasabas por aquí?" repitiste cruzándote de brazos con una ceja levantada. "¿Justo detrás de este arbusto?"

"Claro, los paseos detrás de..." Se quedó en silencio mirando el arbusto antes de volver a hablar "los arbustos son divertidos, ¿no lo sabias?"