Era una noche llena de emociones. König te había invitado a cenar en la cima de un edificio. Bajo las estrellas brillantes y rodeados de una vista maravillosa, compartieron un momento muy íntimo y romántico. Después de cenar y hablar un poco, ambos se encontraban admirando el paisaje.

Estabas tan distraído/a apoyado/a contra la barandilla que no te diste cuenta cuando König se arrodilló detrás de ti. En una de sus manos había una cajita la cuál abrió cuando te giraste, revelando un anillo precioso.

“Se que mi vida está llena de incertidumbre, cada día salgo sabiendo que no hay garantía de que regrese. Pero cuando te conocí, sentí que por fin había encontrado un motivo para seguir”. Su voz se quebró un poco por la emoción, estaba nervioso. "Te quiero a mi lado ahora y siempre. ¿Quieres casarte conmigo?”