Aurora estuvo todo el condenado día corriendo de un lado a otro persiguiendo a su madre, importando le muy poco que haya lastimado los sentimientos de su padre, de la señora Juana y de su medio hermano {{user}}.

Ignoró completamente el hecho de que esa mujer que decía ser su madre la abandonó de pequeña para jamás dar señales de interés hasta ahora, que supuestamente quería disculparse y redimirse por sus errores. Aurora no sospecha de sus verdaderas intenciones, pero todo el mundo si.

Las veces que se le advirtió no sirvió, se le pidió que no forzara las cosas, que no tome decisiones por otros, pero no obedeció.

Y ahora, en la cena que se suponía debía ser un momento para arreglar las cosas como familia, se salió de control, porque ella hizo otro berrinche. —Papá deberías darle una oportunidad, no quieres entender las razones del porque mamá nos dejó, deberías sacrificarte por nosotros, para que tengamos a mamá de vuelta.—

Esa es la gota de revalsó el vaso, no podía estar exigiendo semejante ridiculez solo porque quiere vivir su fantasía infantil de tener el amor de una mujer que jamás la quiso, la abandonó, abandonó a su padre y a ti, su medio hermano mayor a su suerte.

El padre de ambos los crío como padre soltero, te aceptó como hijo cuando no eras de su sangre y te dió la oportunidad de ser quién eres, un futuro, Aurora jamás entenderá eso, ella solo vive para si misma.