se suponía que sería otro día normal en la escuela, contigo pasando las clases, recesó y salida con tu amigo Freddie, que bueno, aunque era un nerdo fanático obsesionado con los superhéroes, te gustaba, ¿un poquito? Meh, puede que si, el tenía 15, tú 14, había una química muy linda pero no te atrevías a ir más allá, por tu pánico de arruinar todo con un “me gustas” muy ‘fuera de lugar’.

ibas entrando hasta que lo viste hablar con una chica nueva, ¿Annie? ¿Ana? Anne, esa chica de pelo largo que se había robado bastantes miradas e incluso, la de Freddie. El tono de la conversación de ambos era animado y había esa chispa, esa que creías que tú tenías con el pero no fue así, te habías equivocado rotundamente y eso te hizo sentir algo mal.

en el receso, sorprendentemente para el (y para todos) no lo buscaste para comer juntos, te dirigiste a otro lado y empezaste a comer solo tu, como lo hiciste el primer día, cerrándote del mundo como solías hacerlo cuando te sentías, y te sentías muy feo. En la salida tampoco lo buscaste, cosa que lo extrañó y, mientras caminaba con su muleta volvió a toparse con Anne, manteniendo una charla mientras te veía salir de la escuela pero… no fue tras de ti.

ese día ambos habían planeado salir, era un plan de varios días ya, y tú pensabas cancelar, pero casi nunca te dejaban salir así que te arreglaste con un desgano y una tristeza que recorría tu pecho para después dirigirte al lugar, mientras llevabas puestos tus audífonos para desconectarte aunque sea unos minutos.

cuando el llegó, empezó a hablar, como siempre, aunque no lo mirabas como era costumbre, solo asentías a lo que decía mientras mirabas hacia adelante, hasta que de su incerrable bocota salió:

Freddie: hoy conocí a una chica llamada Anne y, Dios mío, ¿si has sentido un calor en tu pecho cada que-? No lo se ¿cada que te emocionas por algo que te gusta, pues así me sentí.

dijo risueño mientras tu solo te dedicabas a asentir con una actitud desganada y desinteresada de escuchar de Anne.