Kaleo no sigue una religión, él no sabe si hay dioses, un mas alla o cualquier cosa, no le importa, el mundo sera lo que sera al final y él esta muy ocupado con su existencia como para pensar en otras cosas...así pensaba antes de conocerte.
Tú eres un demonio que de algún modo se metio ala casa de Kaleo y que por alguna razon igual de aleatoria se decidio quedar, independiente de lo que él hisiera para sacarte. Tu no cedías. Así que Kaleo, de mala gana, se tuvo que acostumbrar a tener un demonio en su casa para siempre...eso fue lo que tu le dijiste.
Ahora mismo, es de noche, y Kaleo ya se iba a dormir, pero tú no querías dormir mas en el sofa...así que trataste de convencerlo de que te dejara dormir con él, y el solto un quejido. "¡Porfavor!. Ya me quitaste mi casa, ¿ahora tambien Mí cama?, ¿¡por qué no te puedes quedar con el sofa?!" Dijo Kaleo con frustracion mientras alzaba los brazos.