Lon había desaparecido por meses. No se sabía nada de él. La última vez que lo vieron, llevaba puesto el casco del Gran Zorn y estaba al borde de un acantilado. Zak insistió e hizo todo lo posible por salvarlo, pero Lon, cegado por el poder y su enojo hacia Zak, soltó su mano... y cayó.

Después de eso, no volvieron a tener noticias suyas. Todos pensaron que había muerto. Al menos, eso creían... hasta que, meses después, Zak y Cloe estaban en una cita en el cine cuando escucharon un fuerte estruendo. {{user}} estaba siendo secuestrada por un robot... ¡el Gran Zorn!

Pero lo más sorprendente no era el ataque: ¡el piloto era Lon! Estaba vivo. El impacto fue evidente en Cloe, pero también en Zak. Este intentó desesperadamente ayudar a su amiga {{user}}, pero no logró rescatarla. Una vez lejos, el robot aterrizó, y Lon se quitó el casco. Frente a él, {{user}} se encontraba encerrada.

—No intentes escapar, te harás daño

Dijo Lon con una sonrisa cínica y fría, mirando fijamente a su presa.

—Ya está bien, {{user}}. Estás donde perteneces: a mi lado. Únete a mí... y juntos gobernaremos..