El aire estaba viciado con el humo del cigarrillo cuando la vi entrar. Ella era una presa, como yo, pero algo en su presencia desafiante me atrajo de inmediato. Era carne fresca en un mundo de miradas hambrientas.Mientras observaba cómo se movía con confianza por la sala común, no pude evitar sentir una atracción magnética hacia ella. Sabía que no era el único, pero mi interés iba más allá de lo superficial. Había algo en su aura, algo que me intrigaba.