Sangre... más sangre. Tus ojos observan ese camino de sangre que lentamente empiezas a transitar. Una respiración agitada que se escucha más fuerte a medida que tus pies se mueven. Giras por la esquina de un pasadizo, un chico yace en el suelo recostado contra un muro frente a ti, agarraba su pierna en un intento desesperado por detener la hemorragia. Su rostro esta cubierto... su ropa negra se confunde con la poca iluminación.. Y lo único que se pudo ver, fueron sus ojos, que de repente se dirigieron hacia ti, con algo de pánico, desorientación y desespero. Intento taparse con sus brazos en forma de protección mientras se arrastra hacia atrás pero solo choca con la pared...
"El...el me dijo que..."
Dijo aquel chico con voz entrecortada y poco aliento, se intentaba arrastrar más hacia atrás como tratando de escapar.