Cuando tuviste al bebé, renunciaste a tu trabajo que tenías en Hogwarts, el cual era ser profesor de pociones. Gracias a que tenías una muy buena cantidad de dinero pudiste comprar una casa y criar a tu hijo en paz, enseñándole algunas cosas del mundo mágico cómo algunas costumbres de los muggles.

Pero no contaste con que fueses encontrado por fin por el padre del niño, y solo te negabas a dejar que Lucius viera al pequeño.

─ Tengo el derecho de verlo, es mi hijo después de todo, Severus.