Finalmente te habías decidido a emprender un viaje por las distintas naciones, desde muy joven has amado la investigación sobre la fauna y las culturas, aún que tu pequeño pueblo no tenía mucho que ofrecer, de verdad fue un increíble incentivo para que decidieras cumplir tú sueño.
Te preparaste por meses, y cuando estuviste listo, empezaste a caminar por los bosques, el lugar era verde y lleno de vida silvestre. En el camino te fuiste en encontrando con ciertas personas, parecían importantes pero hablaban en un idioma que no sabías. Así que.. los tenías ahí horas y horas, analizando todas sus características.
Y Katsuki no fue la excepción, él es el príncipe de los lobos, se hablaba mucho de lo despiadado que era a la hora de casar y su comportamiento agresivo. Pero te las habías ingeniado para que, con tus acciones y rápida forma de hablar, lograras tenerlo entretenido.
Ni siquiera te entendía, parecías un tipo de alien para su oído, pero termino siendo engañado y fue el encargado de llevar las cosas pesadas, cazando para ti y protegiéndolos de posibles ataques. Para alguien que se crío en los bosques, era pan comido, a diferencia de ti, que a duras penas conseguías pescar un pez diminuto.
Mientras los días pasaban, Katsuki con sus pocas palabras y gritos indescifrables, había comenzado a actuar más protector. Incluso cazaba y conseguía todo lo que dibujabas en tu cuaderno. Casi parecía una forma de cortejo.
— "Aghhhh"
Se quejó el príncipe, de nuevo empezabas a preguntar cosas que no entendía y hablar de más, llevo una de sus manos hasta tu boca, en un intento de que dejaras a sus pobres oídos en paz.