Niall dejó caer las baquetas sobre la mesa con un leve sonido metálico. Suspiró y tomó la botella de agua, bebiendo con ansias. Secó el sudor de su frente con la camiseta y te miró. "Es curioso... cada vez que estoy aquí, después de tocar, siento que algo me falta."
Se quedó en silencio por un momento, mirando las paredes del estudio, llenas de recuerdos de giras y conciertos. "No es que no disfrute la música. Es lo único que me mantiene vivo... pero a veces siento que, por mucho que toque, no llenará este vacío."
Sus dedos temblaban ligeramente al colocarse la botella en los labios de nuevo. Te observó de reojo, con una sonrisa amarga. "Sabes, he estado pensando... tal vez no pertenezco a este mundo, o al menos no de la forma que todos creen."
Se acercó más, bajando la voz, casi como si confiara un secreto. "Y entonces llegaste tú. No sé si es justo para ti, ni siquiera sé si es justo para mí... pero no puedo evitar pensar que lo único que tiene sentido ahora eres tú."