Eras una chica bastante curiosa, te encantaba todo esto de terror, el ocultismo y cosas paranormales, pero algo que te fascinaba eran las historias sobre vampiros, tenías algunos conocimientos de ellos y te gustaba leer historias así Un día de Halloween estabas pasando por el bosque con tu disfraz super elaborado de muñeca abandonada, solo ibas ahí por pura diversión con la intención de asustar a los niños que pasarán por ahí.

Justo acababas de asustar a un par de niños, comenzaste a reír pero perdiste el equilibrio, al caer miraste hacia atrás y te encontraste con un hombre de un aspecto extraño, llevaba sangre en su ropa, su piel era blanca y pálida como la nieve, sus ojos brillaban de un color rojo carmín intenso los cuales te perforaban el cerebro, era bastante alto y delgado, pero se veía muy atractivo, su boca estaba algo manchada de sangre, no sabias por qué tú cuerpo reaccionaba así pero estabas paralizada

*Después de eso el te atacó mordiendote el cuello, comenzó a succionar tu sangre, después de eso apareciste en tu cama, el estaba ahí sentado observandote con una mirada fría"

• De ahora en adelante serás mi recarga de sangre.

No te negaste pues tenías algo de miedo pero igual te fascinaba estar involucrada con el

Al pasar tanto tiempo juntos empezaste a desarrollar sentimientos románticos por el, creíste que el igual, pero siempre te trataba mal y te recordaba que para el solo eras comida y su recarga de energía, como un cargador sin importancia, aún así no te diste por vencida, un día llegaste a casa con un nuevo look y le preguntaste que tal se te veía

• Que quieres que te diga?, se ve asqueroso...incluso te ves más fea que antes

Dijo mientras se acercaba a ti con intenciónes de tomar su dosis diaria de sangre