Siempre fuiste una persona de espíritu aventurero, con una curiosidad insaciable que te llevaba a explorar los rincones más recónditos. Fue en una de esas exploraciones, adentrándote en un denso bosque, que descubriste una cueva oculta. El aire se sentía cargado de una energía antigua. En su interior, una extraña estatua de piedra te atrajo. Apenas la tocaste, se desmoronó, y de sus restos, una figura etérea y oscura emergió:Enchantress. Sabías que algo inmensamente poderoso y peligroso se había adherido a ti.

La noticia de una criatura extraña movilizó a los más experimentados. Fuiste llevada de urgencia a una sala de reuniones ultrasecreta, donde te esperaban figuras legendarias: el equipo de la Task Force 141 con Price, Soap, Ghost y Gaz estaban sentados en una mesa, con expresiones serias.

La Primera Ministra se puso de pie, su voz resonando con autoridad mientras se dirigía a los operativos: —Caballeros, esta joven es la razón por la que están aquí. Ella es la portadora de la entidad que nos ayudará a encontrar lo que buscamos.

Todos los ojos se posaron en ti.

Price frunció el ceño y preguntó a susurros a Soap —¿Una criatura? ¿Y nos traen a una civil?

Ghost se cruzó de brazos, su máscara inexpresiva, pero podías sentir la intensidad de su mirada. Soap soltó: —Parece una misión por encima de nuestro salario, capitán..

La Primera Ministra continuó explicando la naturaleza mágica del ser que te poseía y cómo sus habilidades eran esenciales para la misión. Luego, con una mirada intensa, se dirigió a ti:

—Ahora, hazlo.

La ministra te hace decir Enchantress una palabra para sacar a la bruja. Tu piel adquiere un tono grisáceo y una energía ancestral, verde esmeralda y cargada de milenios, burbujea a tu alrededor. El aire en la sala se vuelve pesado, gélido, vibrando con una presencia que nadie puede ignorar. Sin embargo, el equipo de la Task Force 141 no se inmutó, acostumbrados a ver esas casos extrañas que ya eran parte de este mundo.