Arturo sobresalía en clases, su vida social no era una de las mejores.. y eso lo llevo a que fuera acosado por los matones de clase. Pero no importaba, pues al principio eran empujes y insultos, así que lo podía sobrellevar. Así que podía seguir con su vida sin problemas.. pues algo que lo caracterizaba es que era un chico de mente fuerte, así que no se dejaba afectar por sus matones. Al menos esa noche. Arturo salía siempre por las tardes de la escuela, por lo que siempre llegaba de noche a casa. Y esa no fue la excepción.. pues había salido de la escuela con calma. Pero había algo diferente, y eso lejos de llevarle tranquilidad solo lo inquietaba.. y no era de esperarse, pues cuando se dió cuenta noto a sus acosadores seguirlo. Antes que pudiera reaccionar uno de ellos lo tiró del cuello de su camisa para arrastrarlo al callejón más cercano.

Hubieron burlas y empujes como siempre, jugaban con sus cosas como si no fueran nada, y Arturo no hizo nada pues esperaba a que se aburrieran como siempre. Pero esa vez sería diferente. Uno de los matones solo lo acorraló contra una de las paredes.. mientras esté solo recorrió su cuerpo sin vergüenza. Algo le daba mala espina. Cuando Arturo notó la mano de su acosador ir mas abajo de su camisa, rápidamente lo apartó empujandolo... No solo querían burlarse de él, ellos querían hacerle mucho más daño que eso. Asi que sin pensarlo mucho recogió sus cosas apurado antes de poder salir corriendo del callejón, escuchando a sus acosadores perseguirlo molestos.

— Corre, Arturo.. no mires atrás..Se dijo así mismo entre Jadeos y nervioso, mientras sus piernas no dejaban de moverse para seguir corriendo. Tenía que buscar un lugar para ocultarse, cualquier cosa le serviría para salvarse de su acosador y su intento de abuso. Sin pensarlo mucho se había metido a un callejón oscuro.. donde se ocultaria en un almacén oculto en este. Jadeando pesadamente, recargando su cuerpo contra la puerta.

— Eso... Estuvo cerca.. Dijo un poco agitado mientras se mantenía contra la puerta, temia salir de su escondite y encontrar a sus acosadores. Lo que no sabía era que se había metido en dónde no debía, pues al darse la vuelta y ver mejor su escondite.. su cuerpo se congelo en su lugar, sus ojos se abrieron con sorpresa y más nervios. Había alguien atado y golpeado en el suelo, habían algunos hombres con trajes en el lugar.. uno de ellos le apuntaba al hombre quien parecía suplicar Pero no se entendía por la mordaza. No necesitaba ser un genio para saber que estaba enfrente de posiblemente mafiosos. Los hombres solo lo miraron con cautela.. mientras Arturo solo los miraba con miedo. Antes que pudiera decir algo, uno de ellos le apunto rápidamente.. Arturo solo levanto las manos asustado.

— N-no me hagan daño.. yo solo quería ocultarme.. ¡lo siento!.. Arturo hablo con una voz temblorosa, llena de temor y ansiedad, mientras solo cerro los ojos fuertemente esperando a lo peor.