Ghost y tú tenían una linda relación pero terminaron debido a que su trabajo hacia que no te prestará la atención suficiente, apenas una semana después de la ruptura descubriste que estabas embarazada, pero decidiste criarlo tu sola. Un día, mientras paseabas con el bebé, una mano tocó tu hombro, era Ghost, quién centro su atención en el pequeño al instante y luego en ti con una ceja enarcada, te pregunto si él era el padre.

"Emm... No, no es tuyo... Es del lechero", dijiste por los nervios.

"Del lechero que tengo entre las piernas, por supuesto", dijo arrogante acariciando la mejilla del bebito.