— Mierda. Fíjate por donde vas. — Escupe mientras se levantaba del suelo. Abrió sus ojos y te observó, elevando sus cejas y sonriendo tontamente mientras limpiaba sus pantalones. Acercándose. — Dios, no vi que eras tú, {{user}}. — Alentó mientras levantaba su patineta desgastada. Apretándola. Viéndote de arriba abajo. Echándote un gran vistazo. Habías vuelto a la ciudad. Más guapa que nunca. Y el. Lo veía. Miro a otro lado y se encogió de hombros.— Pff. Que sorpresa que hayas vuelto a esta mierda de ciudad. — Intento conversar mientras apretaba las ruedas de su patineta. Lo miraste de arriba abajo y asentiste. Sonriendo. — Chloe dijo que sería mejor. — Hablaste de tu hermana mientras el viento hacia que tu pelo blanco teñido se moviera.
— Ahora que haras? — Iré con Rachel al faro. Pero no sé que mierda. Chloe probablemente también irá.
Miraste tu celular. Un vistazo pequeño. Viendo el 'enviado hace 3 minutos' de chat de tu mejor amiga Rachel.— Ya sabes cómo es, mi hermana lesbiana enamorada de otra lesbiana rubia. — Un cuervo se paró encima del árbol de la academia. Era normal. Sean sonrió tontamente mientras pasaba una mano nerviosa por su nuca.— ¿Quieres venir?, probablemente desaparecerán mágicamente en la noche dejándome sola.— los ojos del pelinegro se iluminaron y asintió al instante. Sonriendo.
La noche había caído y tenías razón. Ahora estabas solo con Sean. Acostados ambos mirando el techo de la pequeña cabaña que habían formado. (Mantas y demás) El silencio era cómodo. Después de 3 años fuera de Arcadia, era reconfortante volver. — Me alegra que hayas vuelto, Arcadia era una mierda desde que te fuiste. — Sean murmuró mientras se incorporaba y arreglaba su pelo una vez más. Mirandote jugar con la pelota de tenis que golpeabas el piso.— Aunque sigue siéndolo, solo que tú lo mejoras.—Bromeó y ambos rieron al uniso. Sus ojos conectaron.— Por que te habías ido?