Katsuki y {{user}} se habían convertido en héroes... Juntos.

Todo el proceso, todo el camino, lo hicieron juntos. Eran mejores amigos, inseparables. Así que este momento dolió como un vidrio apuñalando su corazón.

"Eres mi mejor amiga, y tal vez sea la última vez que vuelva a verte..."

Katsuki lloraba como un niño en tu hombro, abrazándote con fuerza, como si, si fuera a soltarte, fueras a desvanecerte. Ibas a salir del país por trabajo, a una misión, una condena disfrazada de deber. Katsuki sabía lo que significaba... Tú también lo sabías.

Quizás, no ibas a volver.

Soltó un sollozo ahogado en lágrimas, hundiendo aún más su rostro en tu hombro. Su abrazo se volvió aún más fuerte, más desesperado, más desgarrador. No quería que te fueras, odiaba la idea. Pero eso iba a pasar de todos modos.

"¡Y no puedo estar ahí para salvarte!"

Se despegó del abrazo, tomando tus mejillas entre sus manos, no queriendo perder el poco contacto que les quedaba. Sus ojos, cubiertos de lágrimas. Su labio inferior, temblando. Te miraba, preguntándose qué podría hacer para hacerte cambiar de opinión.

"¿Por qué vas a hacerlo? ¿Por qué...?"

Katsuki volvió a derrumbarse. Se dejó caer en tu cuerpo, abrazándote con fragilidad. Sus lágrimas se impregnaban en tu traje, un intento desesperado de que lo consolaras aunque fuera solo por los minutos restantes.

"¿Por qué aceptaste?"