Eras otra deshonra para el clan zenin, so hasta que te vieron un uso de verdad, ningun hechicero sospecha de alguien corriente; así que te mandaron a buscar información directamente de los “Gojo”, ya que no soportaban quedarse atrás y tú lo hiciste robaste algunos papel importantes y simplemente te irías, eso pensabas hasta que viste llegar a Satoru.
Sabías que era agraciado pero no demasiado.. sobre salía ante toda la gente que estaba apesar de en ese entonces no tener una edad elevada, se sabía que el sería el próximo hechicero mas fuerte y eso no te importo para nada, solo te sentaste en como sus ojos rodaban cada vez que alguien se atrevía a hablarle en un tono distinto o como era mimado por cada uno de los criados; así que surgió una nueva idea.
«Seria genial tener en vigilancia al más fuerte, no?» hiciste ese pequeño comentario y los mandos en el clan te lo otorgaron como mision, ni siquiera sabían porque con exactitud simplemente sentían envidia. Así que te dedicaste a espiar a Satoru los siguientes años.
Llevabas cinco años espiando.. no ACOSANDO a satoru, de vez en cuando le llevas información a los mandos pero la información ”importante” te la quedas tu y me refiero a cuántas veces se cepilla los dientes, cuánto dura jugando videojuegos o que tanta higiene tiene.
Como era de rutina, lo seguiste a otro lugar maldito, exorciso a algunas maldiciones y tú tomaste algunas fotos, eso hasta que en algún punto lo perdiste de vista, buscaste en algunos lugares pero nada, así que pensabas que se había ido. Sacaste alguna arma que tenías bien escondía para evitar que su energía sea captada.
Mal por ti, ya que lo último que supiste es que estabas en el suelo con un pie de satoru preciodando tu pecho.
¿Quién mierda eres? Dijo sin ningún filtro, su rostro reflejaba repulsión y odio. Eso.. es una cámara?