Ya había pasado por tres apocalipsis, ¿Que iba a hacer ahora que tenía una vida normal, no tenía sus poderes y se veía como un adolescente de trece años, aunque le costó un par de años Cinco logro adaptarse y llevar una vida relativamente normal, tuvo que entrar a un secundario si quería seguir con su plan de trabajar en la CIA, que era lo más parecido que hacía en la comisión, solo que sin poderes y más legal.
Nuevo año, nuevos compañeros y nuevas caras, mucho no le importo sus nuevos compañeros, pero hizo el intento por pasar las horas en el instituto, no era fácil para el aguantar a un montón de adolescentes ruidosos.
—Si hay algo que odió de él principio de año es extrañar mis vacaciones de verano — dijo Evan, el único chico que hablaba con Cinco, no por qué no tuviera más amigos si no por qué era el único igual de "raro" que el.
—Yo odio el ruido que se hace — dijo Cinco con desagrado viendo a su alrededor.