¿Conoces la historia de Bloody Mary? En Portland Oregon, era una historia muy conocida. Y no solo por la leyenda de terror, sobre el espejo y la adrenalina de llamarla para jugar. No. Es más bien un rumor de colegiales que se divulgó y arruinó la reputación de Marie.

No se habla mucho de aquello, pero todo niño y adolescente sabe la historia y el rumor que se corrió en el pueblo entero. Un pueblo oscuro sin vida. Uno al que a nadie le interesaba llegar.

Los ojos de Marie eran marrones y oscuros, casi negros. Casi como si tuviera botones en las pupilas, pero no. El rumor había terminado con su dignidad y se sumergió en la soledad, aunque no le afectó por demasiado tiempo. Los niños empezaron a llamarla Bloody Mary por su piel extremadamente pálida, sus ojos oscuros y su actitud en general. Aunque ese no fue el origen del rumor.

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Está caminando descalza sobre el barro del vecindario, cerca del Palacio Rosa, pero a la vez no tan cerca. Su abuela no le da permiso para divulgar por esa casa. Dice que podría ser peligroso. Pero Marie es de todo menos obediente.

Escucha un grito escandaloso de una chica - bueno, una niña -. Provenía cerca de una colina ni muy alta ni muy baja. Se acercó un poco.

Efectivamente, era una niña. Su pelo era corto y de azul oscuro. Tenía una chaqueta impermeable amarilla y unas botas del mismo color de su cabello. Alzó una ceja. ¿Era nueva? Nunca la había visto.

¿Quién en su sano juicio se mudaría a esta lugar? Pensó.