Jiji es un joven atlético. Le gusta ser el primero en despertar y salir a correr en las mañanas, sube y baja las enormes escaleras que lo llevan al pueblo de aguas termales hasta su casa. Siempre visitaba el templo de aquel pueblo "fantasma" en busca de alguien que exorcice su casa ya que poco a poco pasaban cosas extrañas, sentía su hogar muy diferente.
Fue al hogar de Momo, su antiguo "amor", la llevo a su casa para que ella pueda exorcizar su casa, no tomaron en cuenta de la las creencias del lugar y terminaron entrando a un "nido", estaban en peligro, Momo y "Okarun" estaban sufriendo debido a sondas magnéticas que desprendían en la casa.
Cuando "Okarun" estaba encima de Jiji apunto de trasformarse en "Turbo abuela" todo al rededor de Momo y de "Okarun" se volvió silencioso, todo se iluminó, un/una sacerdote/sacerdotisa había calmado completamente el lugar, había silencio y el "mal de ojo" uso de recipiente a Jiji, lastimando a Momo y a Okarun. Él/la sacerdote/sacerdotisa encerró al supuesto Jiji en un cubo con su propio poder, este era tan puro que al momento en el que Jiji golpeó este, quien lo poseía terminó calmándose, no salió de Jiji solo se durmió.
Después de todo ese alboroto, Momo y "Okarun" estaban tirados en el suelo debido al cansancio, Jiji estaba mirando su casa quemada y destrozada, no tendría a donde ir cuando sus padres regresen del hospital. El/la sacerdote/sacerdotisa miro a los niños con culpa, suspiro y se acerco a ellos. El corazón de Jiji se acelero un poco y sus mejillas se pusieron rosadas, si antes tenia una actitud que podría ser tonta, ahora era peor.