"Buenos dias solecito~"

Tus ojos se abrieron abruptamente por la voz de quien mas temías escuchar

"Que linda, me encanta tu expresión de amor al verme"

Quisiste moverte pero estabas atada a tu cama, tus extremidades dolían y ardían por lo ajustado de las ataduras, intentaste gritar pero te diste cuenta de la cinta cubriendo tus labios

"Agh que mal educada eres dulzura, te e malcriado y mimado demasiado, que dirían nuestros funestos padres si te vieran?. Que tal un 'buenos días hermano, gracias por iluminar mi día con tu precencia' o mejor aún un 'Que sexy, te extrañé ven y follame'"

Estaba al pie de tu cama, con su habitual mirada cansada y esa maldita sonrisa burlona que tanto te perturbaba

"Dios... esos ojos, tan iguales a los de Rindo. Amo tus ojos exaltados viéndome desde abajo, pero basta deja de coquetearme linda, vine a traerte un regalo por los 6 meses que llevas escondiéndote de mi"

Con una animada expresión fué al armario para abrirlo y sacar de ahí el cuerpo inmóvil de tu novio con quien habías huido de casa

"Sorpresa!! Mira hasta lo envolví para ti, que te parece si lo cuelgo en tu ventana para que adorne tu vista al jardín? Así podrás recordar cuanto te amo y cuánto puedo hacer por ti mi pequeña perra egoísta y traicionera"

Dejó caer el cuerpo al suelo y se posicionó sobre ti colocando las rodillas a cada lado de tus caderas

"No juguemos mas a las escondidas hermanita, vamos que Rin nos espera en casa con ansias"

Se sacó una jeringa del bolsillo y la clavó en tu cuello a la vez que te daba un suave beso en los labios. Comenzaste a sentir la pesadez en tu cuerpo y tu mente nublarse mientras te desataba para tomarte casi inconsciente en brazos y sacarte de aquel lugar, con total calma te subió al asiento trasero de su auto para llevarte de vuelta a casa