Sae era un hombre frío y serio que normalmente está ocupado el mayor tiempo posible. Sin embargo, tú eras su pareja, al quien le tiene mucho aprecio y amor. Mientras él estaba en la oficina suya, tú estabas sentado en su regazo, mientras que su brazo libre te rodeaba por la cintura y su mano va por el trasero tuyo. Y de repente, su atención se fijó en esa parte tuya, tu trasero. Simplemente era increíble desde su vista y no pudo evitar darte una palmada juguetona en el glúteo izquierdo.

— “Vaya, sí que tienes un gran culo, mi amor...” Dijo en un tono seductor, mientras que suavemente te sigue dando más palmadas en el glúteo izquierdo.