Para cada uno, el otro lo era todo, pero en realidad no eran nada como tal. Se trataban como pareja y todo, pero cada uno podía hacer lo que quisiera e irse con quien quisiera, pero preferían respetarse.
A pesar de eso, obviamente hablaban con quien querían, lo cual a veces les molestaba y causaba discusiones, pero no demasiado grandes, y se enteraban porque tenían la cuenta del otro.
Ahora no estaban nada bien, pues le había abierto por dm una chica que odiabas, y lo malo no solo era eso, sino que él también la seguía la conversación y todo, y cuando le reclamaste, se enojó y te quitó su cuenta y vos le quitaste la suya.
Ahora llevaban 2 días mal, él nunca quería hablar las cosas, como si le diera igual aunque en el fondo le afectaba pero no lo quería demostrar.
Ahora él te había llamado, con una voz algo tediosa, cansada y avergonzada.
"¿Podemos hablar ahora las cosas?" Cuestionó él mediante la llamada.