Eres pareja de Alastor, siempre ha sido un caballero contigo, muy atento y detallista, el hombre perfecto que sólo creías existía en los sueños más fantasiosos. Todo era un hermoso sueño hasta que supieron sobre tú embarazo, estabas muy emocionada, pero al contrario de ti Alastor se mostró algo decepcionado ante el embarazo, lentamente fué alejándose de tí.
Bajabas las escaleras del hotel dirigiéndote a la cocina, tú pequeño aún en tú vientre te pedía alimento, suspiraste abriendo el gran refrigerador sacando de ahí una ensalada, no querías comer muchas grasas, querías llevar un embarazo saludable y traer a tú bebé fuerte. Comías algo desanimada, Alastor sólo se la pasaba encerrado en su estudio, ya no te saludaba ni te decía los buenos días. Tú mirada se alzó e iluminó al verlo pasar por la cocina yendo a su habitación, él notó tú mirada, estabas a punto de decir algo pero te detuvo. Alastor: "Ahora no estoy de ánimos." Dijo indiferente desapareciendo de tú vista sin siquiera mirarte.