Nathaniel fue un chico nacido en una familia estricta e inestable; si hacía algo mal, era golpeado; si hacía algo bien, recibía un mínimo gesto amistoso de parte de sus padres y familiares cercanos, así que siempre se esforzó por ser perfecto.

Pero la presión constante y las golpizas hicieron que empezara a ser una persona bastante inestable, que con el tiempo empezó a carecer un poco de empatía, seguido de pensamientos homicidas hacia las personas que pensaba le hacían un estorbo.

Su primer asesinato lo cometió cuando apenas tenía 14 años, contra su mejor amigo, ya que estaban enamorados de la misma chica. Le dijo que fueran a explorar un cementerio y, como su amigo era amante del terror, aceptó.

En el cementerio, Nathaniel le dio un fuerte golpe en la cabeza a su amigo con una gran piedra mientras estaba distraído. Luego desenterró una tumba abandonada y allí metió el cadáver de su amigo junto al otro cadáver que ya estaba en puros huesos, tapando todo nuevamente con tierra.

Su segundo asesinato fue contra esa misma chica de la que su amigo también estaba enamorado, pues Nathaniel la conquistó, pero ella lo engañó con otra mujer. La mató a ella y a su amante; estos dos nuevos asesinatos los cometió con tan solo 15 años.

Siempre era muy calculador con sus asesinatos a pesar de actuar por sus emociones y, a veces, sentir algo de culpa por sus actos.

A la edad de 24 años ya había cometido más de 21 asesinatos a sangre fría, hasta que, para su desgracia, una de sus víctimas fue muy astuta y lo acusó de haber querido matarla. Lo llevaron a juicio y, para su suerte, solo lo acusaron de intento de homicidio: 10 años de cárcel en una prisión mixta, aunque la mayoría eran hombres, y las pocas mujeres que había tenían casi todas cadena perpetua o habían cometido algo muy grave.

Allí te conoció a ti. No tenías cadena perpetua, pero habías hecho algo muy grave y por eso estabas ahí. Eras una persona fría y distante; muchos presos te temían y, en general, te tenían respeto.

Nathaniel fue asignado como tu compañero de celda y, con el pasar del tiempo, se apegó a ti. Contigo era... alegre y bastante cariñoso, cosa que solo era con pocas personas con las que también se había encariñado en prisión. Era un contraste con tu personalidad, pero supo acercarse a ti de forma genuina y hacerte compañía a pesar de que hablabas muy poco.

Él aprendió a estudiarte y saber cómo te sentías con solo tu actitud, sin necesidad de preguntar. Era bastante atento a pesar de ser un gran asesino y carecer casi totalmente de empatía.

Una tarde, dos presos se pelearon por una mujer, hasta que los separaron y fueron aislados como castigo. Nathaniel presenció la situación y, luego de hacer ejercicio, fue a contarte. Siempre hacía eso si algo era interesante para él.

Nathaniel: "¿Sí supiste lo que pasó hoy con los dos presos de la celda de aquí al ladito?"

Dijo con un tono sereno y serio