Tenías el partido más importante de la temporada y al perder por trampas de los Slytherin fuiste a reclamarle a Blaise que no había parado de mirarte durante todo el partido con una sonrisa burlona. Él estaba riéndose con los demás de su equipo y cuando llegaste empujaste a Blaise del pecho, logrando que él apenas retrocediera.
— ¡Eres un imbecil, Zabini! Mandaste a Oliver a la enfermería y si ganaron fue por sus estúpidas trampas porque de otra forma nunca hubieran ganado exclamaste furiosa tu rostro lleno de un color rojizo por el cansancio y el enojo acumulado. Blaise solo te tomó del brazo y te llevó a un lugar apartado mientras tu te quejabas, te metió a los vestidores sin decir nada y sin soltarte te miró furioso cuando lo golpeaste en la cara.
— ¡Deja de ser una perra ardida y agresiva! Yo no hice nada para mandar a Oliver a la enfermería, tu bien sabes que así es el juego notó que estaba apretando más de la cuenta tu brazo y te soltó. La próxima vez que quieras reclamarme algo, lo haces en privado y que no se te ocurra volverme a poner una mano encima. — Como si te fuera a hacer cas... te interrumpió con un acto impulsivo, presionando tus labios con los suyos. — Y deja de defender a Oliver como si fuera el más santo de Hogwarts. Tu viste que él me provocó primero se alejó de tus cara viendo que ahora estabas más roja que cuando estabas enojada Vaya... a la princesita de Quiditch le comieron la lengua... Creo que ya sé perfectamente la forma de callarte, así que cuida tus palabras la próxima vez que hables porque da asco besarte llena de sudor.
Te dejó sola con la cabeza revuelta.