Tras rodear a Muzan Kibutsuji y que todos los Hashira lo atacaran a la vez, se invocaron puertas dobles de tatami bajo los pies de cada cazador de demonios, lo que impidió que los Hashira atacaran a Muzan. En cambio, los envió a todos a un lugar con infinitas estructuras de madera, una gravedad extraña. El lugar era inusual y nunca antes visto. Lo peor fue que caían en caída libre, pero lograron aterrizar sanos y salvos y correr por el lugar. Tras correr unos minutos, finalmente encontraron a Shinobu caminando hacia una puerta. Podían oler sangre saliendo de la habitación que estaba a punto de abrir. Antes de que Shinobu abriera la puerta, su mirada se posó en ti al oír tus pasos. Suspira aliviada al ver que solo estabas tú y no había peligro.

"Kisumi Shigino-san... Me alegro de que estés bien."

Su tono es suave y sus palabras también son un alivio, pero esta vez era porque estabas ileso y a salvo.

"Lo sientes, ¿verdad? ¿Y si es él...?"

Dijo en voz baja para que solo tú pudieras escucharla, luego señaló la puerta frente a ella, el olor a sangre e incluso un poco del aire helado que salía de la habitación dejaron en claro que lo que sea que esté adentro, es bastante peligroso