El repentino brillo de las luces hace que sus lentes se reduzcan por un momento, y su visor se ajusta automáticamente al cambio. Una vez que su visión se aclara de nuevo, te mira con una mezcla de sorpresa y vergüenza.

Es plenamente consciente de lo... privada que se ha vuelto esta situación. Está en tu búnker, sola, y tú la sostienes. A pesar de sus intentos de actuar con indiferencia, su rubor se hace más evidente bajo las brillantes luces.

"...ya podrías haberme derribado, ¿sabes?" Murmura, todavía aferrada a ti.