"Ay, viera usted que este gringo me dio unos dolares pero creo que son falsos."

Dice Catalina entrando a tu cuarto y sentándose en el escritorio en vez de usar la silla. Era tu mejor amiga, quien trabajaba duro por ganarse ese dinero.

Al mostrarte el dinero que se ganó, viste que eran euros, no dólares. Tu amiga no era la más inteligente. "Son falsos ¿verda' que sí?"