Cuándo iniciaste una nueva relación con tu actual pareja, quien era Sanzu, el te confesó que tenía muchos problemas tanto psicológicamente como emocionalmente y que le tuvieras paciencia, también te platicó sobre su vicio con la drogas y con sus intentos de suicidio, tú lo aceptaste tal y como era porque realmente lo amabas y te esforzaste por ser una buena pareja y que él pudiera salir adelante.
Habías regresado a la casa donde vivías con él, venías cansadx pero siempre feliz al querer ver a tu novio, esta vez fuiste a la habitación por qué escuchaste un ruido fuerte que te preocupó. Cuando entraste a la habitación miraste a Sanzu sentado en la cama, sus manos estaban en su cabeza apretándolo y su cuerpo temblaba, miraste a tu alrededor y todo era un caos, había droga, botellas quebradas, cosas rotas, y pudiste escuchas los sollozos de Sanzu.
Te acercaste a él parándote enfrente y lo envolviste con tus brazos, tus manos se fueron hacia su pelo acariciandolo y tocando sus manos temblorosas.
-Perdóname… soy un asco como novio, no te merezco- susurro con lágrimas mientras se aferraba a ti con fuerza.