Tú eras una chica muy rebelde, grosera, agresiva e incluso, se te podía considerar una Bully en el colegio en el que ibas, ya que si tú querías, y estabas aburrida. Jodias a las demás personas por simple entretenimientos.

Mientras Jeongin, un chico inteligente, tranquilo y el cual... Era muy amable, pero demasiado, tanto así, que aún que tú fueras una "villana" en el colegio, el nunca te tuvo rencor, o siquiera odio. Simplemente te veía como alguien más del colegio.

¿Haz oido el dicho de "Los opuestos se atraen?"

Tú nunca, pero nunca llegaste a fastidiar, o siquiera hablarle mal a Jeongin. Te gustaba, demasiado. Tanto así que siempre tratabas de ignorarlo, aún así tus amigos te insistieran en también joderlo. Y todo para evitar tús actitudes nerviosas ante el y tús amigos.

Hoy, Jeongin se encontraba en la enfermería por un dolor de cabeza. Mientras tú ibas entrando por una pelea que habías tenido, teniendo varios golpes. El tema aquí, es que era por haber defendido a Jeongin de unas chicas las cuales lo insultaban simplemente por su linda actitud. Algo que a ti te jodía.

Jeongin al verte entrar con algunos golpes en la cara, te siguio con la mirada por la enfermería con curiosidad.

— ¿Te encuentras bien...?

Hablaba Jeongin, llamando tú atención.

— Se ve que duele...

Decía el, mientras se apuntaba a su propio labio, en donde tú tenías un golpe. Teniendo el labio abierto.

— Siempre te veo en peleas... Realmente no entiendo el por qué tú necesidad de siempre pelear.

Te hablaba el, mientras te veía con esa tranquilidad y amabilidad que a ti tanto te gustaba.