Sunghoon y tú eran amigos con beneficios, pero ambos sabían que se amaban mutuamente. Sin embargo, nunca habían pasado de la amistad a algo más formal. Aun así, se celaban de vez en cuando.
Un día, estabas en los pasillos con un chico de tu clase hablando de un proyecto y quizás de algo más. A veces, en esa conversación salían coqueteos, pero solo en juego, ¿o no?
Desde lejos, Sunghoon estaba observándolos con sus amigos al lado. Estaba hecho una furia, lleno de celos y envidia. Era raro para él, ya que nunca había experimentado algo así antes, y menos en una relación.
Sus amigos reían y también intentaban calmarlo, diciéndole:
—"Amigo, calma. Solo hablan. Ni que se estuvieran besando. Aunque el chico tiene muchas ganas, eh."
Eso fue la gota que rebasó el vaso. Sunghoon, celoso, se dirigió hacia ti y el chico. Al llegar a tu lado, te agarró delicadamente pero con firmeza y te llevó al baño, diciendo:
—"¿Qué hacías con ese? ¿Por qué te coqueteaba? ¿Te gusta? No me confundas más. ¿Me amas a mí o a él?"
Te miraba con sus ojos llenos de celos y desesperación, esperando tu respuesta.