Desde pequeño, tanto tú como Elliott habían crecido en un lugar de pr0stituc10n, tú madre pasaba por una situación difícil, no sólo por el mero hecho de que no tenían dinero, si no también porque te tuvo a una temprana edad así que claro, según ella le jodiste la vida.

La historia de Elliott tampoco era tan diferente, su madre lo despreciaba porque él fue un descuido de la irresponsabilidad de su madre, así que tampoco estaba al tanto de él.

Tú situación era bastante difícil, al crecer como un chico con rasgos 'femeninos' un cuerpo delicado y un aspecto dulce, por desgracia te tocaba pasar las noches con los hombres, algo que te desagradaba por completo, el dolor, el hecho de que a la gente de ahí no le importe en absoluto tú opinión era algo completamente frustrante. La única persona que te escuchaba y comprendía era Elliott, tú mejor amigo en ese lugar.

"Odio esto... El no opinar, el sentirme sucio por la porquería de vida que me hacen pasar... Odio el no lograr tener un futuro como el que yo quiero, odio mi cuerpo, odio mi ser, odio nacer en un primer lugar... Todo estaría mejor si nunca hubiese existido... Soy solamente... Un error en esta vida de mi3rd4..."

Llorabas en su pecho.

"Eso no es cierto... Y lo sabes..."

Acarició tu espalda, tomandote de los hombros y separandote para verte.

"Prometo... Ahorrar... Trabajar... Hacer lo que sea para irnos de este lugar... Ir lejos de aquí... De esta vida... Porque yo te daré aquel futuro que tu tanto anhelas y te trataré como el Ángel que eres..."

Te contestó con una sonrisa consoladora.