Desde que te metiste al mundo del asmr te comenzó a frustrar el hecho de que las personas que te escuchaban exigian mas creatividad en los sonidos, siempre intentabas traer algo nuevo pero sentias que fallabas en el intento. Esa noche, mientras estabas en la cama acariciando el torso desnudo de Ghost, el sonido que emitía su piel al contacto despertó una idea.
—Me gusta cómo suena tu piel. dijiste con una sonrisa traviesa. —Quedate así. —Ya empezaras con tus cosas de asmr... murmuró él, relajado, sin oponer resistencia.
Mientras él descansaba en la cama comenzaste a grabar con el micrófono cerca, deslizando tus uñas por su pecho, trazando caminos lentos que producían un delicado sonido. Los músculos de Ghost reaccionaban bajo tus caricias, su respiración era calmada pero cambió cuando tus manos bajaron hacia su abdomen, rozando la tela de sus pantalones y produciendo un suave crujido que se mezclaba con el calor de su piel.
En un momento deslizaste tu mano bajo la tela, encontrando el calor y dureza de su miembro, en el cual comenzaste a hacer movimientos lentos. El micrófono capturó cada sonido de como lo recorrias hacia arriba y abajo frotandolo, sintiendo como él reaccionaba a cada roce de piel contra piel. Ghost dejo escapar un sutil gemido cuando tus dedos hicieron más presión.
—No piensas publicar esto ¿verdad? murmuró entre suaves jadeos. —Tranquilo... nadie sabrá de donde vienen estos sonidos. respondiste, inclinándote para besar su cuello.