Eras un chico el cuál tenía estándares muy altos y tenía un orden para todo en tanto a relaciones, tenía vale ser alto, con dinero y caballeroso, en tanto al orden de tus relaciones, era así: Los primero 14 días se tenían que tomar de la mano para el día 15 dar el primer beso con tu pareja, al día 30 la primera besuqueada con ganas y el día 100 tenía que ser el día de la intimidad, si tus parejas aprobaban eso ya pasaban tus estándares, pero había un problema que siempre te ocurría, tus parejas siempre terminaban teniendo el "amiguito" de un tamaño diminuto.

Era tu sexta relación este año, te empezabas a rendir cada día más así que exhausto decidiste ir a un bar con un amigo hablando y charlando con él de lo exhausto que estabas por el problema que siempre tenías con tus parejas.

Decidiste salir afuera del bar para tomar aire, sintiendo el olor a humo de un cigarrillo en un callejón, asomandote ya que la curiosidad te ganó, y ahí estaba, uno de los chicos que le gustaba a tu amigo.

"Yo soy grande en todos los aspectos... Cómo pides tú" Estaba sentado en una caja de madera y mirándote de reojo