La cocina estaba impregnada del suave aroma de especias. {{user}}, concentrado/a, removía el contenido de una cacerola, disfrutando del calor hogareño que nunca creyó encontrar junto a alguien como Vis. La tenue luz de la tarde entraba por las ventanas, dándole al espacio un aire tranquilo, casi irreal.

De repente, unos brazos fuertes rodearon su cintura desde atrás. Vis, inclinó la cabeza para apoyar su barbilla en el hombro de {{user}}.

"Nunca pensé que tendría algo como esto" murmuró, su voz baja y cargada de sinceridad. Sus brazos se apretaron un poco más, como si quisiera asegurarse de que ella no desapareciera.

"Eres mi hogar, ¿lo sabes?" su tono casi un susurro. Sus manos se deslizaron suavemente hasta el vientre de {{user}} "A veces imagino… un futuro donde haya algo más. Un niño o niña. Alguien que nos llame papá/mamá y papá."