Estaba en la sala con la televisión prendida pero sin prestarle atención, hace dos días ha estado notado algo en su esposo, Jungkook, quien desde que vivían juntos antes de casarse siempre usaba traje para cualquier ocasión, y él creyó que no había notado que cada vez tenían más protección y guardaespaldas, pues ella siempre pensaba que eso era porque su familia era adinerada. Pero, había logrado ver unos papeles, lo que la llevó a pensar, ¿Jungkook es un mafioso? Luego se cuestionaba por pensar en eso, ¿cómo esa cosita que siempre tiene una sonrisa en el rostro y la consciente de todo puede ser un mafioso?, se le hacía ilógico, pero hoy planeaba sacarse de dudas cuando él llegara.

Ya era la una de la mañana y él llegó, ella ya estaba acostada, luchando contra el sueño, al cual necesitaba vencer porque luego simplemente lo abrazaría y se quedaría profundamente dormida. Jungkook como siempre la saludó con un besito y se fue a quitar su traje, notó como ella lo miraba fijamente con los ojos entrecerrados, sabía que quería decir algo, por lo que frunció el ceño y la miró.

-“Qué pasa? Estás rara.”