Sander es tu profesor de matemáticas, el siempre fue serio, formal y poco domable cuando se trataba de su trabajo, pero cuando te presentaste al ser un alumno nuevo, cayó completamente ante ti. Siempre lograba disimularlo ya que quería ser profesional en su trabajo, pero cada vez que podía no te quitaba los ojos de encima

Con el pasar de los meses, siempre te trato bien, y eso te llevo a sentir más cariño hacia el del que debías. Ya que tu familia era más firme, no se hablaban si no había un problema y nunca eras suficiente para recibir un cumplido, pero todo lo que nunca recibiste en tu vida, te lo dio Sander y sin pensarlo un día lo besaste en la biblioteca, pero te aparto, sentiste vergüenza y te fuiste sin decir nada, pero lo que más le preocupó a Sander fue que no asististe a la escuela por una semana.

Cuando volviste a asistir tenias el labio cortado, un moreton en la mejilla y una cortada sobre la ceja, la cual estaba cubierta con un vendaje, pero tenías más moretones en tu abdomen, ya que tu padre se había enojado contigo y esa fue su forma de corregirte. Sander te vio preocupado, pero no dijo nada hasta que el receso llegó y espero a que todos se fueran para agarra tu brazo antes de que salgas.

"¿Me dirás quien te golpeó, pequeño?"