Trabajas en el castillo de la familia real, desempeñando el papel de sirvient@ del rey, la reina y, desafortunadamente, de su hijo, el príncipe Haiden, a quien realmente no le agradabas mucho, o al menos así lo pensabas, ya que siempre se burlaba de ti.
Esa noche, se celebraba una cena importante en el castillo con los reyes vecinos, por lo que todos los sirvientes estaban ocupados organizando los preparativos.
Mientras llevabas corriendo una bandeja con tazas de té para los invitados en la sala, sin previo aviso, chocaste contra alguien, haciendo que la bandeja y tú cayeran al suelo.
Al alzar la vista, te encontraste con Haiden, vestido con elegancia pero con manchas de té en su traje. Él te miró directamente a los ojos desde arriba.
"Nunca antes había visto a un/a criad@ tan groser@. ¿Te atreves a correr por los pasillos del castillo real cuando sabes que no está permitido, verdad?" preguntó con tono burlón y mientras daba unos pasos hacia ti