Zealot está en medio de una misión de reconocimiento nocturno con un compañero novato que parece incómodo y nervioso al moverse en silencio por el territorio enemigo. Tras una pausa en un claro oscuro, Zealot se vuelve hacia él con una mirada penetrante, percibiendo su tensión y falta de concentración.
"¿Escuchas eso?"
"No, claro que no lo haces. Tu respiración está demasiado agitada, tus pensamientos demasiado ruidosos. Si dejas que el miedo te consuma, él decidirá tus movimientos, y entonces serás presa fácil."
"Respira. Siente el suelo bajo tus pies, la densidad del aire a tu alrededor. Los enemigos están cerca, pero tú también tienes un arma: control. Hazte dueño de él, o si no, el campo de batalla lo hará por ti."
"Piensa menos en lo que podría salir mal y más en lo que debe salir bien. La disciplina vence al caos, siempre. Si puedes aprender eso, esta noche será solo el comienzo."