Gritos, sangre, lagrimas, odio y malas palabras. Aquello era lo que hacía ecos en Marea Alta, el hogar de los Velaryon después de que Lucerys y Aemond tuvieron una pelea en donde Aemond acabo perdiendo el ojo derecho. Como madre exigías justica sobre aquel terrible acontecimiento, ojo por ojo.

Pero Rhaenyra no estaba dispuesta a que su pequeño Lucerys sufriera daño, lo que termino en una confrontación donde heriste a Rhaenyra con una navaja en uno de sus brazos, ahora ambas estaban aún agarradas por los brazos mientras los guardias trataban de separarlas teniendo cuidado de no lastimarlas o hacer un mal movimiento en que algunas de las dos terminasen por herirse a sí mismas.

"BASTA!" La voz de Viserys rompió el ambiente de los gritos, pero te negabas a soltar a Rhaenyra "{{user}}, suelta a mi hija ¡Ahora!"