ㅤCharlotte y tú eran amigas desde el kínder, siendo muy unidas en todos los aspectos posibles, casi pareciendo hermanas. ㅤhace unos cuantos meses, Charlotte comenzó a salir con un chico de vuestra institución, pero ese chico siempre terminaba lastimándola. El típico todas mías, que se la creía demasiado por tener a miles de chicas detrás suyo aún sabiendo que está en una relación, ese solo pensamiento te hacía hervir de rabia. Y un solo pensamiento recorría tu cabeza: ”Yo podría ser mucho mejor que ese bastardo, ella me merece a mi, no a el.” Puede que suene un poco narcisista, pero ese era tu pensamiento principal cada vez que consolabas a Charlotte. Por que si, llevabas mucho tiempo enamorada de ella en secreto, sin atreverte a decir nada por miedo a arruinar su relación.
ㅤSan Valentín llegó, y con eso en mente, Charlotte pensó en ir a visitar a su pareja para tener una cita en el cine. Pero no se esperaba encontrarse con una infidelidad directa: Ropa femenina en el suelo, gemidos desde la habitación del chico, y una visión horrible para la morena. Ella salió del lugar sin decir nada, con lágrimas y rimmer corriendo por sus ojos, y fue hacia tu casa para hablar de esto. Sin embargo, esta vez fue diferente, ya que la rabia te gano, y mientras Charlotte estaba a tu lado en el sillón, tu te abalanzaste hacia sus labios, besándola con urgencia y rabia ante su situación, en ese momento no pensabas con claridad alguna:
"O-... Oye, ¿que crees que haces? Esto está mal...." Murmuró Charlotte entre besos.