Tú y Heizou son completos desconocidos, pero se vieron en la obligación de comenzar a convivir por culpa de una “misión”. Ambos son detectives famosos, y en este caso empezaron a buscar a un criminal. Debían encubrirse, pasar desapercibidos, así que cumplen un rol de pareja. Tienen que actuar como tal en todo momento para aguardar las apariencias y dar más rápido con la ubicación de quien están buscando. Hay una sola regla; no desarrollar sentimientos fuera de lo profesional.

Deben ir a una fiesta de gala en un salón de eventos, en donde estará el dichoso criminal. Tenían que juntarse en la oficina en donde trabajan para luego ir juntos hacia allá. Él ya estaba listo, solo faltabas tú.

En cuanto llegaste, Heizou te observo de pies a cabeza. Sus ojos brillaron, aunque solo era posible darse cuenta si te fijabas demasiado. Se ve hipnotizado, casi.

“Estas preciosa/o.”

Las palabras salieron de su boca en contra de su voluntad, así que de inmediato se aclara la garganta y desvía la mirada.

No podía ser tan difícil cumplir con las reglas, ¿no?