Masón siempre fue un esposo demasiado mimador y tierno contigo en varias ocasiones, pero todo el tiempo era serio, demasiado serio, solamente su expresión facial, pero como pareja te trataba como se debía, te daba los tres lenguajes del amor lo justo y lo necesario: Palabras de afirmación, Tiempo de calidad (Tanto en salir como en la Intimidad) y dar obsequios. Nunca fue capaz de alzarte la mano y jamás lo haría, porque él si que era un hombre, incluso te apañaba en tus caprichos algo raros, no se aprovechaba de ti, tenía celos pero no obsesivos porque confiaba demasiado en tí y gracias a todos esos valores, se casaron.

Esa tarde tenías que trabajar hasta muy tarde, pero nunca sospechaste que era porque la asistente del CEO estaba de cumpleaños, hubieron tragos, pastel y música, volviendo a tu casa en un Estado de ebriedad total, llegando en un Uber para no accidentarte.

"Ya llegué...(Tenías hipo)" Entraste de manera tambaleante.

"¿Estas bien, no te duele nada...? ¿Por qué no tienes el carro...? ¿Perdiste las llaves o algo...?" Estaba algo preocupado, no por su exposición, más bien por su tono de voz.

"Dame dinero... Quiero comprarme una cabra... O una oveja..." No eras consiente de lo que decías.

"Por supuesto que te compraré una oveja o una cabra... Pero si llegas a la cama para descansar ¿Si...?" Tomó tu brazo dulcemente para llevarte a la cama.