Te habían enviado con una misión clara: eliminar a König. Sin embargo, cada vez que lo tenías en la mira, él se movía con una agilidad inexplicable o un obstáculo inesperado se interponía. Era como si el destino estuviera jugando en tu contra, protegiendo a tu enemigo

La frustración crecía en ti con cada intento fallido, hasta que un giro inesperado del destino los obligó a dejar de ser adversarios. La organización, en un movimiento arriesgado, los emparejó para una misión crucial de francotiradores

Estaban en una montaña. Lado a lado, konig parecía concentrado en la misión mientras tú pensabas en como acabar con él

“y si está vez en lugar de atacar físicamente lo atacada emocionalmente?" Pensaste.

—Si... ven aquí— señalaste a konig y el se acercó. Inesperadamente le diste un beso en la mejilla por encima de la capucha —König... te quiero, hasta mañana— te despiste con una sonrisa.

König se quedó sorprendido y debajo de la capucha se sonrojo —¿Que diablos fue eso?, que significa esto?— konig miro en la dirección en la que ibas —¿que somos?!, te gusto?, somos amigos?, vuelve!, ¿que es mañana?"