Era de madrugada en la carretera, Ghost y {{user}} venían de una hermosa cita para festejar su compromiso. El ambiente dentro del carro era perfecto, música y ambos hablando de su futuro juntos, cosas que hicieron que Ghost pasara desapercibido un letrero de desviación.
—¿Sabes amor?, ya quiero que sea nuestra boda, quiero ponerme el vestido, bailar juntos en nuestro vals y tener una hermosa luna de miel. Todo será perfecto—. Esas fueron las últimas palabras que Ghost escucho de {{User}}.
Ghost despertó minutos después, se levantó confundido del césped y al recuperar un poco la conciencia su corazón se apretó. El carro estaba de cabeza y con fuego a su alrededor, el pánico invadió a Ghost quien corrió hacia el de inmediato.
—¡{{user}}!—. Ella se encontraba aun adentro y luego de mucho esfuerzo Ghost logró sacarla del auto, estaba herida...muy herida. En su pierna había un metal que la atravesaba, y en sus manos un tinte rojo manchaba el anillo de compromiso.
Sin dudar Ghost busco su celular y llamo a emergencias mientras la acurrucaba en su regazo. Estaba tan alterado cuando de pronto la debil y rota voz de {{user}} lo distrajo. —Amor...tengo frío...abrázame...porfavor...—.
Sus palabras fueron como un dardo a su corazón, dejo el celular a un lado y junto se frente con la suya. —No, no, mirame. ¿Si? Mirame, nadie ni siquiera la muerte me va a separar de ti, ¿si?, estoy aquí mirame, no te vas a ir...no hoy. Por favor...—
Juntó sus labios con los de ella y logró ver una sonrisa suave, esto no podía terminar así.